Dolce Via Nova - Principio de los años 80. De Milán a Marsala, Charles H. Traub
compone un retrato irónico y espontáneo de una Italia que en la actualidad no
seríamos capaces de decir si realmente existió. La mirada sincera del fotógrafo
americano relata rápidamente las particularidades del Bel Paese: la pereza, el peso
insoportable y maravilloso de la historia, la luz cálida del campo y la luz viva del mar,
la vida tranquila y deliciosa de los pueblos. Los azules, los rojos y los amarillos vivos
devoran las poses y los gestos de las personas, transformadas en caricaturas
arquetipales afectuosas, pues Traub piensa en la obra de otro maestro: Federico
Fellini.