El jardín de una casa estival
En un claroscuro tropical.
Una armonía de colores, frutas y perfumes,
la cual nos transporta a destinos lejanos.
Este verano, el paraíso nace a la sombra de un jardín cargado de frondosos árboles y flores tropicales que destilan mil aromas.
Un florecimiento de colores solares, de tonalidades desgastadas y de efectos desteñidos. Conjuntos ligeros y refinados que acarician la piel. Como una invitación para experimentar la delicadeza de un cálido sol.
Luces, perfumes y colores. Ha llegado el buen tiempo.
Isabel Monsees fotografiada por Charlotte Lapalus.