Porque nada es más importante que poder crear nuestros patrones nosotros mismos, contamos desde el primer día con nuestro propio taller de confección interno. Un equipo de 5 personas trabaja de forma permanente tanto en los prototipos como en el patronaje o en la confección de nuestros modelos.
De esta forma, podemos realizar todos los retoques necesarios hasta obtener el corte exacto que buscamos, probar tejidos y pulir los acabados.
Este aspecto «personalizado» nos permite desarrollar nuestras propias prendas con la mayor exactitud y calidad posibles, perpetuando así una tradición textil fundada en la experiencia y la minuciosidad de los costureros y las costureras.
¿Cuál es tu misión en el taller? Me ocupo de la costura, de la realización de los prototipos y de las pruebas de tejidos.
¿Con qué prenda prefieres trabajar? No siento preferencia por ninguna, me gustan todos los modelos a pesar de la complejidad que presentan algunos, así como todos los tejidos pese a la fragilidad de otros. Para mí, siempre es un placer poder contribuir en la elaboración de cada colección y creo que, con el tiempo, podría afirmar que soy capaz de trabajar algunos modelos con los ojos cerrados.
¿Cómo describirías a Sessùn? Es como una familia. Desde que estoy aquí, he conocido a muchas personas con las que tengo mucha afinidad. El espíritu de equipo siempre está presente. Estos 5 años han sido muy enriquecedores. Para mí, Sessùn se resume principalmente en espíritu de familia.
¿Cuál es tu misión en el taller? Cuando recibo los prototipos o las piezas en preproducción, las desempaqueto, verifico el ensamblado, los acabados y si todo ha sido respetado. A continuación, tomo las medidas, pues cada prenda cuenta con un formulario técnico y deben respetar todos nuestros criterios.
Si todo va bien, los validamos, y si no es el caso, envío los comentarios al fabricante. A veces, incluso probamos los modelos con Emma.
Mi papel se centra en la supervisión y el control de los productos. Me he ganado la reputación de ser una persona muy severa, y la verdad es que no me gustan los fallos (risas), pero tengo que ser rigurosa y exigente, pues me encargo del control de calidad.
¿Cómo describirías a Sessùn con 3 palabras? Frescura, energía y equipo, porque sin él, no avanzamos.
¿Cuál es tu misión en el taller? Tengo el mismo puesto que Mamadou. Trabajo en costura en colaboración con las dos modelistas, Corinne y Sarah.
¿Cómo ha sido tu carrera antes de llegar a Sessùn? Antes trabajaba para otra marca que se vio obligada a cerrar. Era una firma de lencería en la que permanecí unos 10 años.
¿Cuál es tu mejor recuerdo en Sessùn? Conozco a Emma desde los comienzos. Hace 10 años, al volver de vacaciones, me dijeron que estaba despedida y en ese momento me volví a poner en contacto con Emma. Lo que más ilusión me hizo es que se siguiera acordando de mí después de tantos años. Quedamos y eso fue suficiente. Es una bonita historia y uno de mis mejores recuerdos en Sessùn.
¿Cuál es tu misión en el taller? Soy modelista, por lo que me centro en crear los patrones de los modelos y así materializar un croquis o una figurita dibujada por el equipo de estilismo.
Me encargo de los modelos, desde su diseño hasta su fabricación.
¿Cuál es tu momento favorito durante la producción de una colección? Difícil elección, pues todas las etapas me gustan muchísimo, pero diría que el camino hacia un nuevo modelo, desde la creación del patrón según los bonitos dibujos o los esbozos de Emma hasta la realización del prototipo, del cual sigo el montaje y se termina por las pruebas. Algo que también me gusta mucho es descubrir nuevos tejidos.
¿Qué prenda de Sessùn te gusta llevar más? No tengo ninguna preferencia porque tenemos muchísimos modelos, muy bonitos, aunque si tuviera que elegir una, diría que las camisas, porque tienen un corte muy elegante, con tejidos y estampados excepcionales.
