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Siempre hay un punto de partida... un encuentro, un lugar, una idea, una emoción... A veces es una mezcla de todo ello, como ocurrió con nuestra nueva boutique en el barrio parisino de Batignolles.
Una antigua papelería y tienda de postales, en el cruce de las calles Legendre y Nollet. Un espacio atípico, inscrito en el patrimonio cultural local, donde aún se puede leer en la entrada el uso que se le dio durante varias décadas. Muebles de oficio en madera bordean los muros y definen el espacio, que narra una historia, conservados para preservar el alma del lugar.
Un lugar del que Sessùn se ha apropiado, y que ha elegido habitar como cuando nos instalamos en un lugar impregnado de memoria: con respeto, precaución y humildad. Un lugar en el que hemos querido escribir la continuación de la historia que la precede, y no una nueva.
La fachada y las entradas se han conservado para mantener la idea de un lugar abierto a la calle, a la vida, y que se designa como una invitación a penetrar en una atmósfera íntima y acogedora.
En el espacio interior, retrabajado por Aurélie Rimbert y Emma François, conviven los pensamientos bondadosos de Valentine Schlegel y Brancusi, los de unos tejidos que trabajamos para acurrucarnos en ellos, un vocabulario de formas con arcos extendidos, una modernidad modelada a mano.
Los percheros han sido imaginados para abrirse hacia el mobiliario, con largos monolitos de cemento blanco creados especialmente para el lugar y fabricados en el taller de Jean Brieuc en Angers. Con el fin de trabajar siempre con los mejores artesanos y de destacar su savoir-faire.
De forma lánguida, una banqueta de piel con pespuntes bordea y prolonga los probadores, lo que permite continuar con la conversación mientras las clientas se prueban las prendas.
Sobre los muebles de oficio se disponen diversos espacios, escaparates donde los accesorios y una selección lifestyle se hacen eco de la calidez de la madera envejecida. Se vislumbran, a través de las vitrinas entreabiertas, unos cajones que invitan a dialogar con el espacio, a sentirse como en casa.
Instaladas por zonas, unas composiciones trazan las diversas inspiraciones del proyecto, sus líneas directrices y los imaginarios a los que apela. Unos cuadros bordados evocan a Cocteau y Matisse, y amplían el juego de formas y texturas.
Instaladas por zonas, unas composiciones trazan las diversas inspiraciones del proyecto, sus líneas directrices y los imaginarios a los que apela. Unos cuadros bordados evocan a Cocteau y Matisse, y amplían el juego de formas y texturas.
Tras el mostrador, un cuadro textil hecho a mano parece retomar el espíritu del proyecto y el de Sessùn: crear un universo solar, abierto, nacido del preciado savoir-faire y de las fuertes referencias en las que pasado y presente se dan la mano para escribir el más bonito de los mañanas.
El afán por un lugar justo y justificado, coherente, con una armonía de valores y pensamientos.
Dirección: 98 Rue Legendre
75017 PARÍS
