Crédito fotográfico: Floriane Retaux
Desde hace más de veinte años, Sessùn colabora con el taller Pedrosa, una casa familiar portuguesa donde la prenda se concibe, ante todo, como un gesto colectivo. Fundado en 1982 y actualmente transmitido a la segunda generación, Pedrosa cultiva un saber hacer exigente, nutrido por el tiempo, la transmisión y una profunda atención a los materiales, especialmente al jersey, su terreno de expresión predilecto.
Con los años, se ha tejido una relación de confianza basada en el diálogo, el compromiso compartido y una visión común del vestuario, duradero y auténtico.
Encuentro con quienes, en la sombra, dan forma a las piezas de Sessùn.


¿Pueden contarnos la historia de su taller y qué motivó su creación?
Pedrosa es una empresa familiar, actualmente en plena transición hacia la segunda generación. Nació casi por necesidad, en 1982, en una época llena de oportunidades, marcada por la reciente entrada de Portugal en el mercado único europeo. Muchas marcas europeas de moda, sobre todo del sportswear, comenzaron entonces a producir sus básicos en Portugal. Nuestros fundadores tenían muy pocos conocimientos textiles, pero esa inocencia, combinada con trabajo, audacia y ambición, fue suficiente para escribir las primeras páginas de nuestra historia.
¿Pueden presentarnos a sus equipos y las competencias que componen su taller?
Nuestra fábrica funciona como una orquesta, donde cada talento tiene su lugar. Todo comienza en nuestro taller de prototipos, un verdadero laboratorio de moda, donde cada día experimentamos con nuevas formas y materiales. Allí cobra vida por primera vez la visión de nuestros clientes, gracias a costureras y técnicos altamente cualificados.
Después, contamos con nuestro almacén de telas, donde cada material se prueba y controla rigurosamente, y un amplio taller de corte, donde preparamos la producción y recuperamos los recortes para reciclarlos y crear nuevos tejidos.
Amélia, nuestra colaboradora más antigua, trabaja en Pedrosa desde el primer día, el 1 de junio de 1982.
Tenemos nuestro equipo de patronistas, los arquitectos de cada estilo que realizamos. Luego, nuestros controladores de calidad, todos antiguos costureros, garantizan que todas las producciones cumplan con los altos estándares de nuestros clientes. Nuestros colegas de la sección de acabado son auténticos magos del vapor: dan a las prendas su mejor forma gracias a la precisión, el calor y el vapor. Por último, nuestro equipo de embalaje prepara cuidadosamente cada pieza antes de que salga –por camión, barco o avión– desde Gilmonde hacia el resto del mundo.
¿Qué papel juega lo humano en su manera de trabajar?
Lo humano está en el corazón de todo lo que hacemos. Como empresa familiar dentro de una pequeña comunidad, estamos involucrados personalmente en la vida de cada persona, no solo profesionalmente. Tenemos familias enteras dentro de nuestro equipo y creemos firmemente en el empleo a largo plazo y a tiempo completo. Cuanto más trabajamos en este ámbito, más desarrollamos nuestras habilidades, y por eso nuestra alta retención de talento es crucial para crear prendas de la mejor calidad.

Colaboran con Sessùn desde hace más de 25 años: ¿cómo empezó esta relación y qué recuerdo destacable conservan?
Sessùn es nuestro cliente desde hace casi 25 años, lo que la convierte en nuestra socia más antigua.
El encuentro se dio entre nuestra cofundadora, Madame Pedrosa, y Emma François, entonces al frente de su joven marca. Surgió una conexión inmediata entre ellas, seguramente por una energía y ambición compartidas. Madame Pedrosa aceptó producir pequeñas cantidades para acompañar los comienzos de Sessùn.
Lo que más nos conmueve a lo largo de los años es haber visto crecer a Sessùn mientras mantiene su mirada única. A pesar de la constante evolución de la moda y la industria, el universo de Emma sigue resonando con autenticidad. Nadie hace las cosas como Sessùn.


Su experiencia con el jersey es esencial para nuestras colecciones: ¿cómo definirían su saber hacer y hay algún gesto o habilidad que los distinga particularmente?
En Pedrosa, antes que nada, somos apasionados de la moda. Nos gusta entender la prenda más allá de su construcción: a quién va dirigida, cómo se llevará y por qué.
El jersey es un material técnicamente exigente, naturalmente inestable. Requiere un enfoque metódico, pruebas profundas y un conocimiento perfecto de su comportamiento.
Nuestra fortaleza radica en nuestra capacidad de anticipar estas reacciones, para garantizar una drapabilidad impecable con el uso y el lavado. Destacamos especialmente en piezas híbridas que combinan punto y tejido, streetwear premium, sastrería, esenciales impecables, así como en piezas más conceptuales. Los vestidos también son uno de nuestros grandes campos de expresión.
¿Hay alguna pieza de Sessùn que los haya marcado o de la que estén especialmente orgullosos?
Todo lo que Sessùn crea alrededor de la rayas. La marca tiene una visión única del color y de sus combinaciones. Cada vez que un vestido o top a rayas entra en producción, todo el taller se ilumina.

En un contexto donde la transmisión se convierte en un desafío clave, ¿cómo comparten sus saberes con las nuevas generaciones dentro del taller?
Tenemos una suerte inmensa: la diversidad generacional dentro de nuestros equipos. Algunos colaboradores llevan 10, 20 o 30 años en Pedrosa. Otros comienzan su carrera, fascinados por esta alquimia que transforma una materia prima en prenda, ahora enriquecida por tecnologías en constante evolución. Trabajar codo a codo crea un intercambio permanente: aprender, desaprender, reaprender, siempre alimentado por la experiencia y perspectiva de los más veteranos.
¿Qué desafíos, oportunidades o innovaciones perciben para el futuro del textil, aquí en Portugal y en su oficio en particular?
Los próximos años traerán desafíos en un contexto global en plena transformación. Como empresa exportadora, debemos mantenernos ágiles y atentos a las necesidades de nuestros clientes. Pero las oportunidades son muchas. Los consumidores se dirigen a marcas con significado, comprometidas y estéticas.
La sostenibilidad es una verdadera oportunidad para el Made in Portugal, gracias a nuestra proximidad con marcas europeas y al estricto cumplimiento de regulaciones nacionales y europeas. La circularidad, por último, es un campo de innovación apasionante: ahora reciclamos nuestros residuos de corte para crear nuevos tejidos, a partir de los cuales nacen nuevas prendas.


Si tuvieran que resumir nuestra colaboración en tres palabras, ¿cuáles elegirían?
Colaborativa, generosa, sincera.
¿Qué elementos han permitido que nuestra colaboración perdure y se mantenga sólida con el tiempo?
La calidad de los productos, un alto nivel de servicio y una relación estrecha basada en la confianza mutua construida a largo plazo.
Nuestros equipos se conocen profundamente, nuestra cultura empresarial está alineada. Y sobre todo, los equipos de Sessùn poseen gran expertise técnica: hablamos el mismo idioma, lo cual es esencial en cualquier relación entre una marca y un taller.




