Encuentros hermosos

Juliette Rougier

Lunes 2 junio 2025

Fotografías: Caroline Feraud

Artista y diseñadora formada entre París y Marsella, Juliette Rougier cultiva un enfoque transversal del diseño que combina arte, artesanía y arquitectura de interiores. Impulsada por un entorno familiar creativo, explora el potencial estético de la reutilización y hace de la caña de Provenza el centro de una investigación tanto poética como comprometida. Para Sessùn Alma en Marsella, Juliette ha imaginado una escenografía, una instalación gráfica e inspiradora que resuena con los valores de la marca, disponible a partir del 22 de mayo.

¿Puedes contarnos tu trayectoria y cómo te llevó a trabajar con un material tan singular como la caña de Provenza?

Desde pequeña estuve rodeada de un universo creativo. Mi abuela paterna pintaba y esculpía. Mi abuela materna me enseñó a recolectar y a hacer manualidades desde muy joven. En cada paseo por la playa volvíamos con los bolsillos llenos de madera flotante que se convertía en esculturas o lámparas. La casa de mis abuelos en Bretaña está llena de esas creaciones. Mi madre también siempre hizo cosas a mano además de su trabajo como directora artística en la moda y yo solía dibujar a su lado. Nunca he dejado de tener el deseo y la necesidad de crear. Siempre me ha parecido natural rodearme de objetos y obras que he concebido y fabricado yo misma y llenar mi casa con mis creaciones. Así que fue lógico elegir un bachillerato en Artes Aplicadas y después estudiar Diseño Global en la École Bleue en París donde aprendí arquitectura de interiores, diseño de producto y gráfico. Luego completé un máster de diseño en la Escuela de Bellas Artes de Marsella. Esta formación complementaria me permitió desarrollar hoy un enfoque transversal del diseño en la frontera entre el diseño, la artesanía y el arte. Al mudarme a Marsella descubrí la caña de Provenza, una planta endémica de la cuenca mediterránea y un saber hacer asociado a ella la fabricación de cañas para instrumentos de viento. Hoy recupero los desechos de estos talleres cañas cortadas y tostadas por el sol y las transformo incorporando los códigos de la artesanía artística. Mi proyecto Alto es la exploración de una nueva forma de marquetería a partir de estos desechos que desarrollo en proyectos que van desde objetos hasta revestimientos arquitectónicos pasando por mobiliario y escenografía.

¿Cómo surgió la colaboración con Sessùn y qué es lo que más te atrajo del universo de la marca?

Comparto los valores que defiende Sessùn y su fundadora Emma François Grasset el trabajo artesanal la huella de la mano, los materiales brutos y los artistas locales. Todo ello dentro de un universo cálido que combina lo tradicional y lo contemporáneo.

La caña de Provenza es uno de tus materiales predilectos. ¿Qué te atrae de este material y por qué lo elegiste para la escenografía en Sessùn Alma?

Hace casi dos años que trabajo con la caña de Provenza y más concretamente en el desarrollo de una forma contemporánea de marquetería a partir de los residuos de cañas para instrumentos de viento. Para esta escenografía quise explorar otros aspectos de la caña no solo a partir de los fragmentos de cañas sino con la caña entera. Las cañas que utilicé para esta creación también fueron desechadas por los talleres porque tenían demasiados defectos. Sin embargo, eso es precisamente lo que me atrae de este material sus asperezas, las estrías de su piel, la irregularidad de sus nudos. Es un material vivo que evoluciona con el tiempo y las inclemencias del clima y sus imperfecciones son lo que le confiere toda su singularidad. Además según la forma que elijas tubular, en láminas, fragmentos o polvo sus posibilidades estructurales y estéticas son muy variadas.

¿Cómo pensaste en su integración en este espacio? ¿Qué emociones o atmósferas esperas suscitar en el visitante?

Cuando visité la tienda Sessùn Alma por primera vez me impactó de inmediato el volumen del espacio. Me gusta cómo la entrada a través del restaurante crea un pequeño vestíbulo antes de acceder al corazón de la tienda un gran espacio diáfano con cinco metros de altura. Con esta escenografía quise resaltar ese volumen. Mis estructuras suspendidas invitan a los visitantes a mirar hacia arriba a observar el espacio que los rodea en toda su altura y dejar que la mirada se pierda entre las líneas gráficas de las estructuras. Espero que puedan permitirse un momento de contemplación y ensoñación inesperado

De un simple fragmento de caña a un objeto o un mueble ¿puedes describirnos brevemente el proceso de transformación que aplicas a este material?

Por ejemplo en el proyecto Alto comienzo clasificando las cañas por tamaño y color. Luego las ensamblo en un sentido y en otro como un juego cada experimento lleva a otro y así sucesivamente. La forma final del objeto surge en parte de las limitaciones y especificidades del material pero también me doy la libertad de divertirme con el diseño sin importar el soporte. Para esta escenografía partí de cañas enteras. Una vez peladas preparo las láminas cortándolas a lo largo de la fibra con un cuchillo para obtener varillas largas lo más finas posible. Al humedecerlas y aplicar calor con el fuego puedo darles la forma que quiero creando estas formas gráficas y delicadas que encuentran su equilibrio en las curvas

La reutilización ocupa un lugar central en tu enfoque artístico. ¿Cómo influye esta práctica en tu trabajo tanto desde el punto de vista estético como ético?

Me conmueven especialmente los muebles y objetos que conservan las huellas del trabajo manual y del paso del tiempo. Siempre he sentido más atracción por una cómoda vieja con la pintura descascarada encontrada en un mercadillo que por algo nuevo aunque esté muy bien hecho. Me gusta trabajar la materia en ese espíritu respetando su aspecto bruto y asumiendo sus imperfecciones. Es precisamente en su carácter natural en su aspereza y su irregularidad donde encuentro la inspiración. Trabajar con materiales de reutilización también consiste en eso en integrar los defectos en la concepción a veces incluso destacarlos. Ese es el principio de los cojines que diseñé para Ligne Roset por ejemplo están hechos a partir de retales de los talleres de la marca ensamblados y cosidos en patchworks según las producciones del momento. Este posicionamiento genera una relación diferente con el producto y su fabricación ya que depende de la materia que se recupera en cada momento. No se puede prever solo trabajar con lo que existe en el presente.

Por último ¿cómo alimentan los saberes artesanales de la región de Marsella tu exploración de la caña?

La caña de Provenza es una planta perenne endémica de la cuenca mediterránea que no solo está presente en el territorio marsellés sino en toda la región mediterránea. Tradicionalmente se ha usado para hacer cestas cañizos calamos y flautas y su uso varía según la región y la época desde objetos hasta arquitectura. Con mi primer proyecto en caña de Provenza quería situar mis investigaciones en la continuidad de un saber hacer existente la fabricación de cañas a la vez que reinterpretaba sus códigos y proponía un nuevo uso para este material la marquetería. Hoy a través de esta escenografía para Sessùn entre otros sigo desarrollando mi trabajo con la caña de Provenza explorando otras formas de darle forma e inspirándome en otros saberes artesanales de la región como la cestería de mimbre por ejemplo.

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