Marie-Sophie Lockhart - Entrevista

Me llamo Marie-Sophie Lockhart, tengo 33 años, soy francesa y bordadora, pero no me limito solo a eso... Como se suele decir en Estados Unidos, soy una «self made business woman» (una empresaria que se ha hecho a sí misma). Empecé a bordar hace cuatro años. Mi pasión se ha convertido en mi negocio, algo que me ha permitido trabajar para mí misma y ser mi propia jefa. Esto tiene sus ventajas, (sobre todo para las personas como yo, que siempre vamos tarde), aunque la carga de trabajo y el estrés nunca se van. Sin embargo, soy libre y puedo gestionarlo a mi manera, por lo que es un desafío y una recompensa cada día. He vivido en Nueva York durante siete años, donde trabajé para grandes casas de costura. Allí tuve la suerte de poder colaborar con clientes de la talla de Drake, Beyoncé o Rihanna. Antes de Nueva York, trabajaba para Colette en París. A mi llegada, tuve que volver a empezar desde el principio. En la Gran Manzana el proceso fue largo y duro, pero logré encontrar mi camino y vivir de mi arte. En la actualidad, tengo la suerte de poder trabajar desde cualquier rincón del mundo. Acabo de mudarme a Hawái, y me despierto cada mañana en un entorno tan bonito que me pregunto qué he hecho para tener tanta suerte. Vivir en conexión con la naturaleza es primordial para mí. Me muero de ganas de ver el impacto que mis nuevas condiciones de vida tendrán en mi trabajo. Para mí, es muy importante ser nómada y seguir viajando.

Jessie, una de mis amigas, trabaja en Sessún. Le mostró mi trabajo a Emma, le encantó y se puso en contacto conmigo para que concibiéramos juntas una colección. Soy una gran fan de Sessùn desde hace tiempo. He visto cómo la marca ha evolucionado al mismo tiempo que yo lo he hecho, somos de la misma generación. Me honra saber que Emma piensa en mí.

La película de la que te acabo de hablar y el Oeste estadounidense en general, la música country, el diseñador Nudie y la ropa de trabajo.

Fue supersencillo y agradable, pues trabajar con Emma y su equipo es una maravilla. Me sorprendió mucho, porque la mayoría de mis clientes son americanos y todavía no había trabajado en un proyecto de tal envergadura para una marca francesa. Primero, envié un collage de ideas y, después, el equipo de Sessùn me reenvió los primeros bocetos de los modelos y decidimos todo juntos. Elegimos las piezas que bordaríamos y empecé a dibujar. A continuación, recibí las muestras, que bordé a mano. Al mismo tiempo, realicé los dibujos para las etiquetas de piel que se añaden a la parte trasera de los pantalones vaqueros. El hecho de tener que trabajar con una diferencia horaria ni siquiera nos ha molestado ni nos ha complicado las cosas. El haber tenido carta blanca por completo ha sido muy guay, el equipo me ha permitido expresarme el 100 %.