Aurélie Lecuyer

Este proyecto nace después de haber buscado y adquirido en mercadillos de segunda mano lámparas antiguas de cerámica, sobre todo las de un taller que se llamaba Grès du Marais, y que ya no existe. Tenías ganas de trabajar en un proyecto que orbitara alrededor del objeto y la artesanía. Algo más concreto que la foto, algo que se pueda materializar y transmitir. También quería crear un proyecto en el que la producción no representara un desafío, con cierta parsimonia en su concepción, carente de temporalidad, para dar lugar a un aspecto duradero en el tiempo. Un proyecto que genere una relación con un campo que no conocía. Tardé más de un año, después de intentos infructuosos con los talleres, en concretizar el resultado que tenía en mente. Y luego, por otro lado, conocí a Benoît Audureau, su trabajo sobre las texturas y los esmaltes reflejaba la idea que yo siempre había tenido de esta lámpara: humilde, sólida y sensible.

Como he trabajado en estudios de estilismo, me he quedado con esta costumbre de hacer iconografías, de coleccionar imágenes, trozos de telas y dibujos, de fotografiar. Siempre reúno pequeños objetos, a menudo sin importancia. Por otro lado, también realizo bocetos, que se asocian a las inspiraciones en materiales y colores.

El gres es tierra, al fin y al cabo. Es el vínculo primitivo que todos tenemos. Una unión reconfortante, directa y básica con este material que el hombre lleva modelando desde siempre. Quería retomar una relación simple y esencial con el material.

Me gustan mucho las piezas sorprendentes, las que presentan un color que nadie se espera durante la cocción, pues según la tierra que se utilice, el color puede variar. Me gusta el modelo Halo, ya que cada lámpara tiene un carácter único marcado. Las estrías nunca son idénticas. No tiene nada que ver con el objeto industrial que se crea en serie, con una perfección lineal. El encanto del objeto reside en lo inesperado, dado por el proceso de fabricación.

Con Benoît todo surgió de forma natural. Creo que tuve mucha suerte de descubrir su trabajo y de que él aceptara colaborar en este proyecto. Es una persona muy humilde, que nunca se cansa de investigar y a la que le encantan las sorpresas que regala la cerámica. Me gusta la relación sin florituras que tiene con la tierra. Una tierra local, que él mismo fabrica. Su forma de trabajar es muy inspiradora, muy auténtica.

Me gustó mucho la exposición de Georgia O'Keeffe, su relación con el color, la luz y la sencillez. Su visión de la naturaleza a través de sus pinturas.