Las metodologías utilizadas para el Fashion Score o para calcular el coste medioambiental tienen el mérito de establecer un referente común en el sector y, por tanto, una base de comparación. Sin embargo, también se basan en hipótesis y criterios de ponderación que no siempre compartimos y que, a veces, pueden diferir de nuestros compromisos y principios.
Así, algunos de nuestros productos muestran puntuaciones más bajas, por ejemplo, cuando contienen materiales de origen animal como el cuero o la lana. Estos materiales se penalizan actualmente en las mediciones de impacto y se consideran más contaminantes que los materiales sintéticos. De hecho, los métodos tienen en cuenta los impactos generados a lo largo del ciclo de vida del animal para la lana o el cuero, pero excluyen la etapa de extracción fósil de las fibras derivadas de la petroquímica. Estas limitaciones metodológicas no reflejan nuestros compromisos y elecciones: durabilidad, saber hacer y belleza en el tiempo.
Las puntuaciones sociales dependen, por su parte, de la información disponible sobre las cadenas de suministro. Un resultado más bajo no indica necesariamente un riesgo, sino a menudo un nivel de trazabilidad aún en desarrollo. Por ello, avanzamos paso a paso reforzando la transparencia con nuestros socios y talleres.
El Fashion Score sigue siendo una herramienta valiosa para comprender mejor los impactos del sector, pero no lo dice todo. Estos resultados deben interpretarse con precaución: siempre es útil tomar distancia y hacerse preguntas al consultarlos. En Sessùn, seguimos avanzando con equilibrio hacia una mayor transparencia, justicia y exigencia, manteniendo siempre en el centro la calidad y el respeto por la vida.
